HISTORIA DE UNA FAMILIA

SAN VICENTE DE PAUL
Puede parecer extraño que San Vicente nos acoja en la calle del Bac, pero no hay nada más natural que honrar a los antepasados.Aquí es la Casa Madre de la Compañía, fundada en 1633 por Vicente y Luisa. Además, ya se sabe, los santos siguen actuando en el cielo.


San Vicente ha desempeñado un papel importante en la vocación de Catalina por medio de un sueño misterioso.Además, el traslado de las reliquias de don Vicente se verificó el 25 de abril de 1830, a los pocos días de llegar Catalina al noviciado de París. ¡ Qué alegría para ella el poder acompañar al sacerdote de su vocación ! Mientras Catalina reza en la capilla de la calle del Bac, durante tres días seguidos, San Vicente le enseña su corazón, en tres colores distintos, como queriéndole anunciar que la hora de su misión estaba próxima.Llega el día señalado : la víspera de la fiesta de San Vicente, el 18 de julio de 1830, Catalina oye la conferencia de una hermana sobre el amor de San Vicente por María Inmaculada. Estas palabras despiertan en ella el ardiente deseo de ver a Nuestra Señora. Se duerme, pidiendo a San Vicente, a quien admira tanto, que le obtenga de Dios la realización de su deseo. Después de tan atrevida plegaria, se duerme Catalina... la despierta un ángel...
SANTA LUISA DE MARILLAC
A veces uno se pregunta por qué Dios elige tal lugar o tal persona : ¿ Por qué se apareció la Santísima Virgen aquí más bien que allá ? Hay que recordar que, a pesar de las controversias que existían en la Iglesia, Luisa de Marillac estaba convencida de la concepcióninmaculada de la Madre de Dios. Esta gran devoción mariana supo transmitirla a sus hijas. Por un acto solemne, Luisa hizo a María una oblación perpetua de su comunidad. Dos fiestas marianas son un hito en el camino espiritual de las Hijas de la Caridad : el 25 de marzo, la renovación de los votos en la fiesta de la Anunciación, y el 8 de diciembre, la renovación de su consagración a María en la fiesta de la Inmaculada Concepción.


La últimas palabras del testamento espiritual dejado por Luisa revelan su alma : « ... rueguen mucho a la Santísima Virgen que sea su Unica Madre ».Cuando rezan el rosario, al fin de cada decena, dicen la invocación : « Santísima Virgen, creo y confieso tu santa e inmaculada concepción ».

LAS HIJAS DE LA CARIDAD

La Compañía de las Hijas de la Caridad fue la obra maestra común de San Vicente y de Santa Luisa. Después de la muerte de ésta, la Compañía, fiel a su vocación, se extendió por todo el mundo. Un buen día de 1830, llegó al noviciado de la calle del Bac una joven borgoñona de 24 años... Las apariciones de la Virgen María a Catalina Labouré y la difusión de la medalla milagrosa fueron seguidas de un extraordinario aumento de vocaciones, tanto para las Hijas de la Caridad como para los Padres de la Misión. Un gran fervor se incrementó de nuevo.A lo largo de los años, la Compañía ha continuado su servicio a los pobres con el mismo espíritu que le legaron los fundadores : humildad, sencillez, caridad.Hoy las Hijas de la Caridad están presentes en 93 países de los cinco continentes, sobre todo en los más pobres. Son aproximadamente 23.000 en el mundo.

Pondremos empeño en conmemorar las fechas notables :


1 de febrero : las mártires de Angers
15 de marzo : Santa Luisa de Marillac


25 de marzo : fiesta de la Anunciación :
Renovación de los votos de las Hijas de la Caridad

18 de julio : aparición de María a Catalina Labouré

27 de septiembre : San Vicente de Paúl


27 de noviembre : Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

28 de noviembre : Santa Catalina Labouré

29 de noviembre : Fundación de las Hijas de la Caridad


8 de diciembre : la Inmaculada Concepción

Nuestra Madre!!

LAS APARICIONES

El cielo bajó a la tierra...Desde julio hasta diciembre de 1830 sor Catalina, joven novicia de la Hijas de la Caridad, recibe el inmenso favor de conversar tres veces con la Virgen MaríaEn los meses precedentes, Catalina fue favorecida con otras apariciones.San Vicente de Paúl le enseñó su corazón. Estando en oración en la capilla, Catalina vió, tres días seguidos, el corazón de San Vicente de Paúl de tres colores distintos. Se le apareció primero blanco, color de paz ; luego, rojo, color de fuego ; por último, negro, señal de las desgracias que iban a caer sobre Francia y París en particular.Poco después, Catalina vio a Cristo presente en la Eucaristía, más allá de las apariencias del pan.« Ví a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, durante todo el tiempo de mi seminario, excepto todas las veces en que dudé. » El 6 de junio, fiesta de la Santísima Trinidad, se le apareció Cristo como Rey crucificado, despojado de todos sus atributos

UNA NOCHE DE VERANO

El 18 de julio de 1830, en vísperas de la fiesta de San Vicente a quien quiere tanto, Catalina acude a este santo que le había mostrado su corazón desbordante de amor, para que su gran deseo de ver a la Santísima Virgen se cumpla por fin. A las once y media de la noche, oye que la llaman por su nombre.Al pie de su cama, un niño misterioso la invita a levantarse : « La Virgen María te espera », dice. Catalina se viste y sigue al niño « cuyos destellos iluminan todo a su paso ».Llegan a la capilla, Catalina se detiene cerca del sillón del sacerdote situado en el presbiterio. Oye entonces « como el “frufru” de un vestido de seda ». « He aquí la Santísima Virgen », dice su pequeño guía. Duda en creerlo, pero el niño repite en voz más alta : « He aquí la Santísima Virgen ». Catalina corre a arrodillarse ante María sentada en el sillón. « Entonces, de un salto, me puse de hinojos, en las gradas del altar, apoyadas las manos en las rodillas de la Virgen Santísima. Allí, pasó un momento, el más feliz de mi vida. Sería imposible decir lo que experimenté. La Virgen me dijo cómo debía portarme con mi confesor y varias otras cosas ».Catalina recibe el anuncio de una misión y una petición : que se funde una Cofradía de las Hijas de María. Lo que hará el Padre Aladel el 2 de febrero de 1840.


DE LAS APARICIONES UN ADIOS!!

En el mes de diciembre de 1830, estando en oración, vuelve a oir Catalina un “frufru”, esta vez detrás del altar. El mismo cuadro de la medalla se presenta junto al tabernáculo, por detrás.« Estos rayos son el símbolo de las gracias que la Virgen Santísima consigue para las personas que le piden...Ya no me verás más ».Es el final de las apariciones. Catalina comunica las peticiones de la Virgen María a su confesor, el Padre Aladel. Este la acoge muy mal y le prohibe pensar en ello. El choque es duro.El 30 de enero de 1831, se acaba el seminario. Catalina toma el hábito. Al día siguiente, se va al hospicio de Enghien, fundado por la familia de Orléans, calle de Picpus, n°12, en Reuilly, al Este de París, en un barrio de miserias donde atenderá a los pobres a lo largo de 46 años. Su secreto lo guardará toda la vida para ella.